Los partidarios del expresidente Evo Morales intensificaron los bloqueos de carreteras que, ya desde hace quince días, impiden el tránsito por numerosas arterias del país y el acceso a los productos de primera necesidad a la capital, La Paz.
Al menos 22 bloqueos se registraban esta mañana, según las autoridades. Dieciocho de ellos aíslan la región de Cochabamba, bastión electoral de Morales, de donde el ex jefe de Estado no salió desde que la fiscalía emitió una orden de detención en su contra por una denuncia de violencia sexual contra una menor.
La situación en Bolivia, explosiva desde hace meses por el enfrentamiento político interno en el oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), entre el actual presidente Luis Arce y Morales, se ha vuelto aún más incandescente tras una emboscada sufrida por el ex jefe de Estado.
El coche en el que viajaba Morales recibió 14 disparos efectuados por personas no identificadas que flanquearon el vehículo a su paso entre Villa Turati y Lauca. El líder de MAS responsabilizó del incidente a «grupos de élite» de la Policía y el Ejército, lo que niega el Gobierno. Arce prometió investigar el hecho.
Pese a estos hechos, Morales aseguró que no piensa abandonar su proyecto político. «Intentaron matarme políticamente y no lo lograron, lo intentaron jurídicamente con muchas acusaciones falsas, finalmente intentaron quitarme la vida», dijo el expresidente, y destacó destacando una vez más que todos estos episodios forman parte de una «persecución política» orquestada contra él desde hace meses por el actual jefe de Estado para impedir que se presente como candidato a la presidencia en las elecciones de 2025.