Tras su nombramiento como sucesor de Francisco I, el papa León XIV celebró su primera misa este viernes. Esta eucaristía se desarrolla en la Capilla Sixtina. Al dirigirse a los cardenales, les dijo que lo llamaron “para llevar una cruz y para ser bendecido con esta misión”, al tiempo que les pidió que “caminen” a su lado.
“Me llamaron para llevar una cruz y para ser bendecido con esta misión y quiero que ustedes caminen conmigo porque somos Iglesia, una comunidad que debe anunciar la Buena Nueva”, dijo en inglés el primer papa estadounidense.
En su primera homilía, León XIV se refirió a la relación de Jesús con sus discípulos y la trasladó al vínculo que él pretende tener como jefe de la Iglesia Católica con los cardenales.
“Ustedes me eligieron como el sucesor de Pedro para la misión de la Iglesia. Esta es la comunidad de los discípulos de Jesús”, comenzó el pontífice.
“Me habéis llamado para llevar una cruz y para ser bendecido con esta misión y quiero que vosotros caminéis conmigo porque somos Iglesia, una comunidad que debe anunciar la Buena Nueva”, indicó; al tiempo que destacó: “Jesús nos mostró un modelo de humanidad santa que todos podemos imitar”.
“De forma particular, Dios, al llamarme a través del voto de ustedes (los cardenales), me confía este tesoro a mí para que, con su ayuda, sea un fiel administrador”, remarcó.
Además, León XIV rechazó reducir la figura de Jesús a la de un “líder carismático o a un superhombre” en un aparente mensaje a cristianos evangélicos en su primera misa como líder de la Iglesia católica.
“No faltan tampoco los contextos en los que Jesús, aunque apreciado como hombre, es reducido solamente a una especie de líder carismático o a un superhombre”. “Y esto no sólo entre los no creyentes, sino incluso entre muchos bautizados, que de ese modo terminan viviendo, en este ámbito, un ateísmo de hecho”.
Antes de la misa, el papa cenó durante la noche con los 132 cardenales que lo eligieron. Tras ser nombrado, en un cónclave que se desarrolló más rápido de lo esperado, ante los fieles presentes en la plaza de San Pedro dijo: “Juntos, debemos intentar descubrir cómo ser una Iglesia misionera, una iglesia que construye puentes, establece diálogo”, “sin miedo, unidos, dando la mano a Dios y dándonosla entre nosotros”.