La tarde en Rosario se convirtió en un partido lleno de emociones, homenajes y señales del cielo. Newell’s y Tigre se enfrentaban por la fecha 12 del Torneo Clausura con un protagonista: Ignacio Russo. El delantero del Matador había decidido jugar, a pesar de la muerte de su padre, Miguel Ángel Russo, hace dos días. Y como en un guiño al destino, Nacho convirtió un gol para conmover al mundo del fútbol: «Todo se cura con amor», fue la dedicatoria.
“Voy a jugar mañana, él hubiese querido eso. Si no juego, se levanta y me caga a puteadas. Mañana al mediodía salgo para allá”, aseguró el delantero en diálogo con La Red, de Rosario en pleno velatorio de su padre en La Bombonera. El legado de Russo quedó bien marcado en su hijo, que contra todo pronóstico salió a jugar con la angustia en el pecho.
La tarde en el Coloso Marcelo Bielsa comenzó con un sentido homenaje de ambos equipos. A tan sólo dos días del fallecimiento de su padre, Miguel, el delantero se puso la camiseta de Tigre y formó parte del once titular ante Newell’s en Rosario en un partido que se inició con un minuto de silencio.